Realizado por: Yesenia Estefania Escobar Rios
PRESIÓN ARTERIAL
Qué es la presión arterial?
La presión arterial es la fuerza que la sangre ejerce contra las paredes de las arterias cuando el corazón la bombea. Cuando el médico u otro profesional de atención médica le toma la presión, le coloca un brazalete alrededor del brazo que está conectado a una pequeña máquina. Este brazalete se infla y luego se va aflojando poco a poco. La máquina registra el resultado que consiste en dos números. El primer número corresponde a la presión arterial sistólica y es la presión causada por el corazón al bombear sangre fuera del corazón. El segundo número, corresponde a la presión arterial diastólica y es la presión que ocurre cuando el corazón se relaja y se llena de sangre
- La presión arterial baja, o hipotensión, es una presión arterial sistólica menor a 90 o una presión arterial diastólica de menos de 60. Si tiene presión arterial baja, puede sentirse aturdido, débil, mareado o incluso desmayarse. Esto puede ser el resultado de no haber tomado suficientes líquidos, pérdida de sangre, algunas afecciones médicas o medicamentos, incluidos los que se recetan para la presión arterial alta.
- La presión arterial normal, en el caso de la mayoría de los adultos, se define como una presión sistólica de menos de 120 y una presión diastólica de menos de 80.
- La presión arterial elevada se considera como una presión sistólica entre 120 y 129 con una presión diastólica de menos de 80.
- La presión arterial alta se define como una presión sistólica de 130 o más, o una presión diastólica de 80 o más.
Para los adultos mayores, a menudo, el primer número (presión sistólica) es de 130 o más, pero el segundo número (presión diastólica) es inferior a 80. Este problema se denomina hipertensión sistólica aislada y se debe a la rigidez de las arterias principales que ocurre con la edad. Esta es la forma más frecuente de presión arterial alta en las personas mayores y puede provocar problemas graves de salud, además de dificultad para respirar durante actividades físicas ligeras, mareos al ponerse de pie demasiado rápido y caídas.
Una razón para visitar a su médico con regularidad es hacerse chequear la presión arterial y, si es necesario, planificar cómo controlarla.
Cualquier persona puede tener presión arterial alta. Algunas afecciones médicas, como el síndrome metabólico, las enfermedades de los riñones y los problemas de la tiroides pueden causar presión arterial alta. Algunas personas tienen una mayor probabilidad de tenerla debido a ciertas cosas que no pueden cambiar, como:
- La edad. La probabilidad de tener presión arterial alta aumenta con la edad, especialmente la hipertensión sistólica aislada.
- El sexo. Antes de los 55 años, los hombres tienen una mayor probabilidad de tener presión arterial alta. Las mujeres son más propensas a tener presión arterial alta después de la menopausia.
- El historial familiar. La presión arterial alta puede ser hereditaria en el caso de algunas familias.
- La raza. Las personas afroamericanas, o de raza negra, tienen un mayor riesgo de presión arterial alta.
A menudo, la presión arterial alta no presenta signos ni síntomas, pero los controles de rutina de su presión arterial ayudarán a detectar si sus niveles están subiendo. Si la lectura de su presión arterial es alta en dos o más controles, el médico también puede pedirle que se mida la presión arterial en casa.
Al decidir si iniciar un tratamiento para la presión arterial alta, las personas mayores deben tener en cuenta otras afecciones de salud y su estado físico general. Su médico y usted decidirán cuál sería la presión arterial apropiada para que usted se sienta bien. Su médico puede sugerirle hacer ejercicio, cambiar su alimentación y tomar medicamentos.
OXIMETRÍA
La oximetría de pulso es una forma de medir cuánto oxígeno contiene su sangre. Gracias a un pequeño dispositivo llamado oxímetro de pulso es posible medir los niveles de oxígeno en su sangre sin necesidad de pincharlo con una aguja. El nivel de oxígeno en sangre calculado con un oxímetro se denomina "nivel de saturación de oxígeno" (abreviado como SatO2). Este porcentaje indica cuánto oxígeno transporta su sangre en relación al máximo que sería capaz de transportar. En circunstancias normales, más del 89% de sus glóbulos rojos debería contener oxígeno.
¿Por qué es importante verificar los niveles de oxígeno en la sangre?
Si usted padece un trastorno pulmonar, los niveles de oxígeno en su sangre pueden ser más bajos de lo normal. Es importante saberlo porque cuando su nivel de oxígeno en la sangre es bajo las células de su organismo pueden tener dificultades para cumplir adecuadamente sus funciones. El oxígeno es la "gasolina" del cuerpo, y cuando le falta "gasolina" el cuerpo no funciona bien. Los bajos niveles de oxígeno también pueden repercutir sobre el corazón y el cerebro. La mayoría de las personas necesita un nivel mínimo de saturación de oxígeno del 89% para que sus células se mantengan saludables. Se considera que tener niveles más bajos de saturación de oxígeno en la sangre durante un período de tiempo corto no causa daños; sin embargo, si esto ocurre con frecuencia, puede dañar o provocar un esfuerzo excesivo a las células de su organismo. Si su nivel de oxígeno es bajo respirando el aire ambiente, se le puede indicar que utilice oxígeno suplementario (adicional). El oxímetro se puede utilizar para determinar cuánto oxígeno necesita y cuándo puede necesitarlo. Por ejemplo, algunas personas necesitan más oxígeno cuando duermen que cuando están despiertas, y otras necesitan más oxígeno cuando están en actividad que cuando están en reposo.
¿Cómo funciona un oxímetro de pulso?
El oxímetro de pulso puede presentarse como un dispositivo pequeño con una pinza incorporada para ajustarse en un dedo de la mano o del pie, o como un pequeño aparato portátil con un sensor conectado a un cable que puede adherirse o aplicarse en un dedo, tanto de la mano como del pie, o en el lóbulo de la oreja. El dispositivo pequeño es más económico y más práctico para su uso en el hogar. Este dispositivo emite rayos de luz que pasan a través de la sangre de su dedo (o del lóbulo de la oreja) para medir los niveles de oxígeno. No sentirá nada. Se hace una "lectura" de los rayos de luz para calcular el porcentaje de su sangre que contiene oxígeno. El oxímetro también indica su frecuencia cardíaca (pulso). Para asegurarse de que el oxímetro esté midiendo correctamente, cuente su pulso durante un minuto y compare el número resultante con la lectura que aparece en el oxímetro. Si son iguales, es una buena señal.