Talla
Realizado por: Nataly Jácome Rea.
La estatura es una de las variables que con mayor frecuencia se utiliza para la valoración del estado nutricional, pero también es una de las que presenta mayor grado de dificultad para ser medida en los ancianos, quienes en algunos de los casos no pueden permanecer de pie o simplemente presentan problemas posturales por evidentes xifosis, que limitan la ejecución adecuada de la técnica de medición de la talla, lo que justifica la búsqueda de medidas alternativas para medirla.
El cuerpo humano está compuesto de tejido graso, tejido magro (músculos y órganos), huesos y agua. Después de los 30 años de edad, las personas tienden a perder tejido magro. Los músculos, el hígado, los riñones y otros órganos pueden perder algunas de sus células. Este proceso de pérdida de masa muscular se denomina atrofia. Los huesos pueden perder algunos de sus minerales y se vuelven menos densos (una afección llamada osteopenia en etapas tempranas y osteoporosis en etapas tardías). La pérdida de tejido reduce la cantidad de agua en su cuerpo.
Las personas mayores pueden tener casi un tercio más de grasa, comparado con la que tenían cuando eran más jóvenes. El tejido graso se acumula hacia el centro del cuerpo, incluso alrededor de los órganos internos. Sin embargo, la capa de grasa por debajo de la piel se vuelve más pequeña.
La talla de los adultos mayores es un importante parámetro antropométrico especialmente en edades avanzadas; este procedimiento es fácil de estimar, económico y no es invasivo en comparación con otros métodos más sofisticados, cabe resaltar que la talla es la base de muchas terapias, sirve para la medición de la Tasa Metabólica Basal y la prescripción de medicamentos; además, para la estimación de energía, evitando una sobre ingesta o sub ingesta de fármacos y nutrientes. No obstante, en muchos casos esta variable antropométrica se vuelve imposibles de medir según el grado patológico o de inmovilización de los adultos mayores.
La talla de los adultos mayores es importante para realizar un análisis general de su estado de salud físico , por lo que mejores estimaciones permiten obtener un panorama más claro sobre el estado de salud del adulto mayor. América Latina ha sufrido de un importante incremento en las enfermedades crónicas asociadas con estilos de vida no saludables. Estas enfermedades representan un alto costo en el corto y largo plazo para los servicios de salud en materia de tratamiento y rehabilitación de los pacientes.